Y cuando
esa oscuridad se tornaba asfixiante, cuando las dudas y los temores
más antiguos regresaban para arrastrar a Detroit hacia su seno, fue entonces cuando surgió la figura salvadora de Matthew Stafford. Pero no
estaba solo en su compleja tarea, junto a él caminaba Calvin
Johnson, el arma más letal.
Ataque
Ante la probada
ineficacia del juego de carrera, Stafford se vio obligado a pasar de
forma incesante para mantener vivo al equipo. Algo, ya de por si bastante complicado, que iba cada vez a peor debido a los drops. Hasta
nueve balones dejaron caer los receptores, tres de ellos Pettigrew,
anulado por los linebackers de Oakland. Matt terminó con 29 de
52 pases completados para 391 yardas y 4 TD.
El encuentro se
mantuvo bastante igualado en la segunda parte. Hasta que,
un desafortunado fumble, era retornado hasta la end zone
por Aaron Curry. Poniendo una diferencia de 13 puntos en el marcador,
a falta de ocho minutos. Afortunadamente, el equipo mantuvo la calma,
lo que permitió consumar dos drives de forma
satisfactoria. El primero acabó con un TD de 3 yardas para Titus
Young, que sigue adaptándose a pasos agigantados. El último de
ellos comenzó con poco más de dos minutos por jugar y 98 yardas por
recorrer, la mayoría de estas fueron convertidas por el mismo
jugador...
Calvin Johnson, el
hombre del partido. El mismo que nos ha dado tantas victorias volvió
a hacerlo una vez más. El domingo pudimos presenciar el mejor
partido, al menos estadísticamente, de este espectacular jugador.
Acabó con nueve recepciones para 214 yardas y 2
touchdowns. Me gustaría destacar el penúltimo pase
que llega hasta sus manos, en el que ha de frenar para lograr atrapar
un balón de 48 yardas bastante mal lanzado por Stafford y que se
quedaba varios metros corto. Por supuesto, no creo que sea necesario
especificar quien anotó el tanto de la remontada.
Defensa
Antes he dicho que Stafford se vio obligado a pasar por el juego de carrera, pero el otro motivo fue que, la defensa, no encontraba la forma de contener el ataque de los Raiders. Es inadmisible que, con la linea defensiva tan buena que tiene Detroit, se permita, semana tras semana, la misma
tontería.
Michael
Bush corría a placer por el gap de Vanden Bosch y
Levy, dejándolos en evidencia de forma
constante. Pero no solo eso, sino que, además, se mostraron
incapaces de anticipar y detener reverses y misdirections por igual.
Dentro de la linea, el jugador más destacado volvió a ser Cliff
Avril, con un sack vital en los últimos segundos.
Linebackers y
'backs también destacaron, pero por un motivo totalmente
opuesto: su inoperancia. Los tackles fallidos permitían a
runningbacks y receptores campar a su anchas y recorrer muchas yardas
antes de encontrar oposición. Tampoco quiero
quitarle méritos al quarterback rival, Carson Palmer, que
desplegó un gran juego, haciendo temblar a muchos fans de Detroit
cada vez que soltaba el brazo.
Aquí la
jugada a destacar es la última. Sebastian Janikowski, jugador
por todos conocido, se preparaba para darle la victoria a su equipo
al tiempo que superaba un récord histórico: el FG más
lejano anotado es de 63 yardas, él se encontraba a 65. Los Lions
colocaron a toda la artillería para evitar que esta proeza
fuera llevada a cabo, incluyendo a un agotado Megatron en la
retaguardia. Sin embargo, quien bloqueó el disparo fue Ndamukong
Suh, recién llegado de su suspensión.
|
Suh bloqueando a Janikowski para dar la victoria de Detroit. |
Positivo:
Continuamos
tirando de épica para acabar ganando en el último
suspiro.
Calvin Johnson,
no hay palabras para describir su actuación.
-
A una victoria de
playoffs.
Negativo:
-
Seguimos con
varias bajas en la secundaria.
Muchos problemas parando la carrera.
Próximo encuentro
ante unos Chargers que vienen en trayectoria ascendente. La victoria
sería un perfecto regalo de navidad para ambos, pero creo que, Ryan
Matthews, Vincent Jackson y Gates podrían inclinar la
balanza ante nuestra defensa.
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