Antaño se limitaban a burlarse de nosotros de forma muy genérica: "son malos, el peor equipo de la historia, dan pena", a nadie le extrañaba, había motivos de sobra para hacerlo. Sin embargo, ahora concretan más y van a por los pilares del equipo: Calvin Johnson, Matthew Stafford, Ndamukong Suh y Jim Schwartz. El motivo es ajeno a la razón, más achacable al fanatismo y la subjetividad e irracionalidad de este.
La campaña de acoso y derribo a la que se ha visto sometido el equipo de la D empezó durante la pretemporada. El origen fue un sack logrado por Suh, sobre el novato pelirrojo de Cincinnati, Andy Dalton. Todos estamos de acuerdo en que se excedió en su agresividad, pues la jugada ya había finalizado y el derribo no tiene justificación. Pero fue sancionado en consecuencia y ahí debería acabar la polémica. Por contra, en ese momento surgieron decenas de analistas, comentaristas y periodistas, los cuales darían origen al "Dirty Suh". Estos expertos aseguran que Ndamukong Suh no es agresivo, sino el más sucio de los jugadores, que vive con el único objetivo de hacer daño y lesionar a sus rivales.
Transcurridas apenas una semanas, saldría a la palestra uno de los mejores receptores de la historia, Cris Carter, ex de Minnesota. Este señor acusaba a Calvin Johnson de estar sobrevalorado; consideraba que solo era bueno ante coberturas simples y en los videojuegos (Madden); y, para rematar la jugada, de ser claramente inferior a jugadores como DeSean Jackson, Reggie Wayne y Roddy White entre otros. Semana tras semana repetía sus polémicas y cuestionables opiniones. Posiblemente, para convencerse a sí mismo de semejante disparate.
Entonces llegó la calma, principalmente, porque nada había que decir de un equipo invicto. Pero todo resultó ser un dulce, dulce espejismo que se disiparía tras la primera derrota de la temporada ante San Francisco. El motivo fue una discusión entre los entrenadores al finalizar el encuentro. Harbaugh se excede en la celebración, golpeando a Schwartz en la espalda (apostaría que hubo algo más), y este lo persigue insultándole y reprochando su actitud.
No es, ni de lejos, lo peor que hemos visto sobre un terreno de juego, pero fue suficiente para volver a encender la mecha del odio y las críticas. Los medios culparon de forma unilateral al entrenador de los Lions, Jim Schwartz, por no saber aceptar la derrota, ser un llorón, maleducado y simplón.
Siete días mas tarde y tras la segunda derrota consecutiva, esta vez ante Atlanta, unas declaraciones posteriores al partido de Roddy White nos devolverían al ojo del huracán. Este señor sostenía que, Avril, había pateado a Matt Ryan mientras era atendido por los servicios médicos y, mientras, el 90 (Suh), lo insultaba y humillaba. No tardarían en surgir los iluminados de turno exigiendo sanciones e, incluso, suspensiones para ellos. Afortunadamente, poco después se descubrió que, lo primero no lo dijo el jugador, sino que fue la prensa quien tergiversó una frase. Y de lo segundo se encargarían los árbitros y Ovie Mughelli, fullback de los Falcons. Todos ellos aseguraron que era el típico trash-talk entre lineas, y nunca hacia el jugador lesionado.
Por último, y después de una cómoda victoria contra Denver, surgieron dos polémicas más, posiblemente las mas absurdas hasta el momento. La primera tiene su origen en la celebración de un sack por parte de Stephen Tulloch, en la que se arrodilla simulando la celebre postura de Tim Tebow. En apariencia solo estaba bromeando, siguiendo un 'meme' de internet. La columnista de ESPN y fanática religiosa, Jemele Hill, no opina lo mismo. Para ella, es un claro ataque hacia la iglesia, hacia los creyentes y su fe. Por supuesto, el jugador se ha visto obligado a pedir disculpas.
La segunda viene dada por unas declaraciones sacadas de la manga por algún periodista, que ni siquiera da el nombre de quien las ha hecho, y en las que el misterioso jugador insulta al bueno de Timothy. Sin embargo, la veracidad ya no importa, pues esta es la excusa perfecta para que miles de fans (no todos), molestos por la derrota de su equipo, paguen su decepción con los rivales.
Aparte dejo los comentarios graciosos y de los que no recuerdo su autor, porque, como he dicho más arriba, carecen de fundamento y credibilidad. Como que Suh es un bust por llevar solo 3 sacks; Stafford es el peor QB de la clase de 2009 y juega como una 5º ronda; y que Megatron está sobrevalorado porque a la gente le gusta repetir su apodo (no, no es broma). Pese a no recordar el nombre de sus autores, lo que si puedo decir es que todas estas perlas han sido dichas por expertos que cobran por ello.
I can't hear you haters. |
Y vosotros os preguntareis a que viene esto. Bueno, pues esto viene porque estamos en la semana de descanso, tenía ganas de desahogarme y porque ahora abandonaré los sinsentidos para dar paso a los hechos.
Un hecho es que, Calvin Johnson, nuestro receptor número 1 y el mejor jugador del equipo hasta el momento,se mueve entre la élite: 47 recepciones para 804 yardas y 11 TD. De esas 47 recepciones, 40, han sido para primer down y, pese a la lesión de tobillo que lo limitó durante las primeras semanas, promedia más de 100 yardas por partido y 17.1 por pase atrapado. Ha igualado el récord de Cris Carter al anotar dos touchdowns en cada uno de los cuatro primeros partidos; es el segundo jugador, tras Randy Moss, en anotar 11 TD en la primera mitad de temporada; además de estar a solo 6 anotaciones de convertirse en el quinto receptor que logra 50 en sus cinco primeras temporadas. Y, salvo catástrofe, pulverizará todos sus números hasta la fecha.
Un hecho es que, Matthew Stafford, se mantiene con el 5º passer rating más alto (99.1), pese a su mal desempeño en las derrotas y la poca ayuda que recibe de la linea ofensiva. Ha completado 183 de 299 pases, para 2.179 yardas, 19 touchdowns y cuatro intercepciones. Eso le convierte en el segundo máximo anotador de la liga, solo por detrás del MVP, Aaron Rodgers. También es el segundo quarterback, de los que han superado las 1.300 yardas de pase, con menos turnovers (4), la mitad que Brady y solo uno más que Rodgers.
Un hecho es que, Ndamukong Suh, solo ha cometido cuatro faltas y su aparente bajada de rendimiento, solo es tal sobre el papel. Aunque los rivales lo someten a dobles bloqueos constantes, solo ha permitido dos conversiones de 4º down, el resto han sido detenidas por él. Gracias a las actuaciones del asesino de ancianas, sus compañeros se ven liberados de las críticas por su pésimo desempeño frente a la carrera y, a su vez, juegan mejor. Este fraude nos convierte en la 2º defensa en tackles, la 3º en sacks, 5º en pases interceptados y 1º en pick sixs. Además somos los sextos que menos puntos y yardas aéreas permitimos por partido. Si esto es un bust, que me pongan dos.
Esos, y un récord 6-2, son los hechos. No han de influirnos las críticas, burlas y mofas; las invenciones, rumores y las reputaciones inmerecidas. Dejad que hablen, que la gente considere a Detroit un equipo sucio y malvado. Porque, mientras unos hablan, otros actúan; que sean otros quienes se escuden en rumores e insultos, mientras los Lions responden con actos. Porque ya es hora de que comiencen a buscarse un nuevo objetivo, un nuevo 'peor equipo' del que burlarse. Y porque, como dijo Goethe:
"Quisieran los perros del establo
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