martes, 15 de noviembre de 2011
Lions 13 - Bears 37: Doble Bye
Bye porque con esta derrota se cierra la ya pequeña puerta de playoffs. Y doble Bye porque, el cuerpo técnico, decidió tomarse unas pequeñas vacaciones en lugar de preparar el encuentro contra Chicago. De hecho, el partido fue un cumulo de despropósitos en todas sus fases, especialmente en ataque y equipos especiales. Otra posibilidad es que quisieran hacer un homenaje a la época dorada (2008).
Detroit descarriló muy rápido y, los entrenadores, no tuvieron tiempo suficiente para bajar del crucero por las islas Seychelles y volver a encarrilarlo. La muestra más clara la encontramos en Linehan, quien, pese al fuerte viento que asolaba el estadio, siguió fiel a su estilo de "pase hasta la muerte". Y vaya si murió, murió él y en su camino al infierno arrastró al resto del equipo, con el quarterback a la cabeza.
Sin embargo, por primera vez y, sin que sirva de precedente, voy a defender a Stafford. De acuerdo, ha hecho un partido horrible, pero la culpa es de Jim Schwartz por dejarlo jugar. Tenía el dedo índice de la mano derecha roto y no podía lanzar. En lugar de sentarlo, le ponen un par de guantes, con la excusa del frió aire de la ciudad, y le mandan 63 pases con viento fuerte. El resultado se veía venir: 4 pases interceptados (dos pick sixs), exactamente el mismo numero que llevaba hasta el momento; decenas de piedras, porque un balón que no gira es una simple piedra, y frustración a raudales. Aunque, siendo realistas, los receptores también se quedaron de vacaciones en Miami y aportaron su granito de arena al hundimiento del equipo, con varios fumbles y drops criminales.
La línea ofensiva se mantuvo en su línea (valga la redundancia) de mediocridad habitual. Y el juego de carrera también, efectivo pero escaso, sobretodo en situaciones vitales. Como ese drive en el que Morris logra recorrer 8 yardas en primer down, para luego lanzar dos incompletos en shotgun y acabar con un field goal.
Aunque el resultado haga pensar lo contrario, la defensa jugó muy bien, permitiendo tan solo 16 de los 37 puntos recibidos. Lograron contener a Forte y limitarlo a 68 yardas, tarea a la que contribuyeron los linebackers. Linebackers que, al adelantarse para tapar la carrera dejaron en evidencia a la secundaria. Por suerte, el viento también soplaba para Chicago y no lograron hacer daño en ese aspecto.
Mención aparte merece una jugada del novato Nick Fairley, que hizo honor a los grandes clásicos con un 'roughing the passer' en la end zone de los Bears. El bondadoso Fairley llega hasta Cutler y, aunque este ya se ha deshecho del balón, lo derriba, cayendo con la cabeza sobre su hombro. Para mi, que soy una malévolo seguidor de Detroit, esta acción fue una delicatessen de las malas artes. Bien ejecutada habría dejado a Cutler fuera de circulación durante una larga temporada. Tras el draft dije que no me gustaba este jugador y lo sostengo, este si juega sucio.
En los equipos especiales también contaron con su ración de estupideces. Para comprenderlo en todo su esplendor debemos retroceder hasta la practica del miércoles pasado. Ese es el día en que, el kicker Jason Hanson, se presenta con varios puntos de sutura en la rodilla. Al parecer, como consecuencia de un corte sufrido durante una comida familiar. Ese simpático chaval llamado Donahue, y criticado por su bajo rendimiento (ironías de la vida), se ofreció a chutar en su lugar. Como sabréis, kicker y punter no suelen ser la misma persona porque se requieren músculos y técnicas de pateo distintos. Pues, tras un par de intentos poco exitosos, el amable joven acabó en el suelo con una lesión de quadriceps. Ese es el motivo por el que fue contratado Robert Malone, punter con la pierna casi tan móvil como una gárgola.
Puestos en situación vuelvo al partido. Jason Hanson era incapaz de tirar field goals superiores a 40 yardas y en los kickoffs no lograba llegar a la end zone. Por su parte, la gárgola, insistía en seguir enviando el balón a las manos de Hester para que no tuviera que esforzarse demasiado en los retornos.
Y hasta aquí el repaso al absurdo de la jornada. El siguiente partido es en casa, contra los Carolina Panthers. Partido trampa, con Stafford lesionado y Calvin Johnson conmocionado (esto no lo criticamos ¿verdad?). Hasta la próxima.
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